Encerrado en mi montaña
contemplo aquel horizonte
donde tu amor se esconde
y hasta aquél se van mis ansias;
eres luz que todo aclara,
mi fundamento, soporte;
ese recuerdo, esos dones
que llenan de vida mi alma;
y al encontrar tu recuerdo
siento vivo el corazón
que palpita en mi silencio;
eres mi más franco amor,
mi más hermoso momento:
el gran regalo de Dios...