Soy culpable de abrigar en mi alma un amor impuro que como fuego infernal me abraza. Uno a uno se derrumban los muros de mi voluntad ante la tentación de tus labios que en renegado murmullo me proponen el cilicio de tus caricias.
Me consumo día a día en esta pasión malsana y no hay santo que me resguarde cuando al aquelarre me llamas. De qué me sirven oración y penitencia si cuando más fuerte me creo coronas de espinas mis esfuerzos crucificando besos en mi cuerpo.
No sé cómo confundes mis sentidos, haciéndome creer que alcanzo el cielo cuando tus brazos me estrechan y el infierno cuando de mi te alejas.
Culpable soy de adorar un pecado y ruego a Dios que me perdone si alejada de El me hayo porque sus ojos negros mi camino han extraviado.
Intensity ✍️.