Porque no es querer ser El loco
ni ser señor charlatán. Alas rotas
como ese amor imposible mis derrotas
atacan los secretos de mi corazón. Poco
importa ya. Lágrimas y sonrisas
toda esta vida mía y en amor nada profeta
ni llamándose Marta mi Ninfa secreta,
nada volverá excepto las negras misas.
Entre noche y día he de vestir mi alma.
Estar solo a la cacería del pensamiento
y las meditaciones con ese suave nacimiento
de mi interior suculento, me lleve a la calma.
Esos gigantes de la noche la trova herida
como animal silencioso solo ya camino
al hablar mi alma sabe seguro mi destino
tan sencillo, la muerte del poeta es su vida.
(Mayo-2.022)