Mi rabia es la rabia del tigre enjaulado,
también la impotencia del gran soñador;
mi pena es la sombra del mundo asediado
por guerras y llantos, miseria y dolor.
Mi verso y sus letras esconden mensajes
que llevan albricias de paz y piedad;
buscando los hombres que visten los trajes
de nobles principios de amor y equidad.
Se abrevan mis rimas de tierno humanismo
que trae ternura de hermoso pendón;
cruzando sus alas el más negro abismo
con cánticos regios de liberación.
¡Por eso mi lira con firme templanza;
camina sembrando la fe y esperanza!
Autor: Aníbal Rodríguez