Personalidad,
máscara formada durante años,
inconscientemente;
sobrevalorada en la sobrevivencia de este mundo ajeno,
es la resonancia del ego,
ambos destructivos,
acumulaciones de nada;
en otra dimensión,
la humildad,
la alegría,
el saberse mínimo en la inmensidad que nos cobija,
claros de la existencia de otra humanidad posible,
inscrita en valores desvinculados
del dinero,
ideologías,
creencias religiosas,
de los poderes políticos, religiosos, militares, económicos,
de las masas tontas e ignorantes;
todo(a)s tan efectivamente pernicioso(a)s,
sin posibilidad de alejarse de la corrupción
ni resolver ninguno de los vitales problemas que aquejan al global de la población
ni deseos reales e incapacitados de hacerlo
en cualquiera de los planos
material o espiritual
...