Vuelas, desafiando la incertidumbre…
y vas conquistando la inmensidad de lo indescifrable …
todo lo vas haciendo posible,
poquito a poco te encaramas a tus metas trazadas en sueños…
las transmutas en verdades,
ya no son quimeras ilusorias…las transformas en realidades,
has llegado a convencerte que todo lo puedes…
te has aferrado a tu gran aliado… la fe que le pones a tus ideales,
y sigues adelante…convencida y diáfana.
Vuelas …liberadamente…
segura de llegar a lo indeleble…
hasta las cumbres heladas de lo inimaginable,
y miras detrás de ti como se evaporan las lágrimas que derramaste en el camino que surcaste.
Te veo desde aquí…como te desplazas convincente… cada vez más lejos,
que por momentos… hasta te pierdo de vista.
Quien diría que hace poco… eras la niña con tu mochila llena de indecisiones y miedos…
y hoy te has convertido en la vencedora de batallas…
con la valentía de los que solo le temen a Dios.
Has encontrado la ruta de lo simple para llegar a purificarte en la humildad de tus actos,
y es entonces cuando entiendo… que a pesar de todo lo que me he equivocado…
contigo fue diferente…me siento afortunado de haber sido parte de tu vida.
Me has regalado la dicha de ser útil a tu destino…has sacado lo mejor de mi…y esa es mi mayor recompensa.
Ha pasado el tiempo vertiginosamente… tan rápido…
velozmente te has hecho grande…en todo,
Quien diría si hace poco te veía en un rincón como un ratón…jugando a tus “cocinaditas”.
Y aquí estoy escribiéndote esta carta a 20 años de aparición,
con la devoción más sublime, y mi emoción incontenible,
con la pasión de saber que eres lo más preciado que el Creador Universal me pudo regalar.
Me siento feliz por ti…de todo lo que has logrado…de lo que eres…
estoy orgulloso de constatar en lo alto que puedes volar…
en todo lo que puedes lograr,
y me emociono al pensar hasta donde puedes llegar.
Extrañamente, hoy no me vas a ver llorar de dolor, sino de amor…
ese indescriptible amor por ti…incondicional…eterno…imperecedero,
ese amor que no hace falta siquiera mencionarlo…
que extrañamente se siente en cada latido…
como si fuéramos un solo ser.
Te vas haciendo grande…muy grande…en todo.
Y ya que aprendiste a volar…vuela alto…muy alto…
y viaja siempre al frente… sin mirar atrás...
aléjate de las penas y de las dudas…
y disfruta del paisaje llenó de luz que Dios ha creado para seres especiales como tú.
Feliz cumpleaños hijita de mi corazón.