Se han muerto los ojos congelados
del hijo/ los ojos del hijo muerto
teclean desde aquí. Marchad
desde los latidos hasta el fin del mundo,
vaciad las rosas de su contenido ermitaño,
cumplid mis motivos para la secesión definitiva.
Y ved que en los palacios la podredumbre iguala
al vértigo de los miserables. Vedme aquí,
junto a los ojos difuntos del pez- escuela.
Que muestra su figura redonda, pez globo,
acumulando el asfalto de las turberas.
Donde sueñan los vértigos con las azucenas del
aristócrata de turno, con las vacuas moreras,
sin apenas fruto, inmóviles en sus mausoleos-.
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