Primero amé a mis padres,
a mis queridos hermanos,
a mis amigos sagrados
y a mis mascotas leales;
luego de ellas los mares
arrancaron a su paso
los suspiros, el milagro
de amores inolvidables;
ya después vino el cariño,
y franca entrega total,
el amar nietos e hijos;
casi, casi al terminar
siguen siendo los amigos
lo que siempre quedará...