POEMA MANABI
Es la tierra de ensueños,
la que me vio nacer y crecer,
como a ninguna podría igualarla,
pero todos podrían amarla,
como la tierra magnífica que es.
Atrapa con el encanto,
de su bello mar en la costa,
que cobija sus playas extensas,
con riquezas pesqueras inmensas,
que de variedad gastronómica rebosa.
Manabí, lugar preciado,
baluarte de la Revolución Liberal,
con Alfaro grandes cambios hicieron,
libertad total a todos trajeron,
con acción heroica de hazaña inmortal.
Grandes tesoros se encuentran,
en esta tierra de hombres luchadores,
que con sus mujeres hermosas,
tal como divina rosas,
engalanan las ciudades y sus alrededores.
De sus elevadas montañas,
alboroza el encanto de la naturaleza,
que con toda certeza se gesta,
cual obra de arte y se presta,
a la magia sublime de su embelesa.
Tierra bendita desde siempre,
que con su gente encamina al progreso,
de su abundancia el orbe alimenta,
con la labor que a muchos representa,
brinda a todos dirección y acceso.
La luna alumbra sus valles,
y las estrellas sirven de guía,
en la oscura noche del que aguarda en el alma,
la esperanza que devenga en el alba,
de un glorioso amanecer y mejores días.
Manabí, es tierra acogedora,
donde el sol acuna con su calor,
los paisajes que alumbra con su luz,
con divina potencia de colosal trasluz,
y que irradia cual pintura su fulgor.
Con valiosos recursos cuenta,
de majestuosas personas que plasman,
la valía de este suelo sagrado,
convirtiéndolo en el paraje indicado,
que a propios y a extraños encanta.
Porque salir pido nunca,
con orgullo de encontrarme aquí,
de esta tierra dichosa y gente amable,
de hermosa vista y sitios adorables,
así de memorable, así es Manabí.