jorgecito

...decidme!

¡Decidme como alcanzadla vida mía!,

si la distancia deja en mí un manto de desolación y penurias,

camino de cienos y espinas va forjando el desespero,

en la intimidad apacible de esta alma enamorada.

¡Decidme oh Dios como olvidadla!,

si la luz divina fulgura en su mirada serena,

y en su voz descansa un vibrar resonante que se engalana con su sonrisa,

al igual que la esmeralda y el rubí.

¡Decidme como alejadla Dios mío!

del imperdonable destino que mis sueños martirizan,

pues su innombrable belleza cual si fuera una diosa

esclaviza a mis ansias en el suplicio de lo venidero, seductor pero incierto.

¡…decidme oh Dios celestial como no adoradla!

y así salvar mi alma de esta idolatría ciega y eterna