jorge enrique mantilla

Las heridas del alma

Las heridas del alma

 

El cuerpo sufre y se abate, angustiando su placentera vida

El corazón sangra, se cura con el tiempo, pero no olvida

El alma llora desconsolada, por sus sangrantes y escalofriantes heridas

Gime y suspira por las ofensas internas, de las lesiones ocurridas

Las heridas del alma, se reflejan en el cuerpo, de avatares vivida

Las facciones del rostro, muestran su tristeza de llantos, de lágrimas adolorida

Las penas, el dolor y las tristezas, agobian el alma abrumada, sin ser escuchada, ni comprendida

 

Se hiere el alma, con el rechazo en el amor no correspondido, de los ardientes corazones

Se siente el miedo y el pánico, implorando el perdón para que no lo abandones

Se hiere el alma, con el abandono, en la soledad de las habitaciones

La embarga la tristeza acongojada, sin prestarle sus debidas atenciones

Se hiere el alma, con la humillación, perdiendo la libertad en sus expresiones

Se ataca la dignidad y la autoestima, con crueles y mordaces intenciones

Se hiere el alma, con la traición, arrebatando la confianza, en el interior de sus razones

Alevosía, que arrebata a la ira y al llanto del ridículo, en la soledad de sus reflexiones

Se hiere el alma, con la injusticia, con la vanidad y el ego, sin dar espacio a las explicaciones

La envidia mata el alma, el afecto, el amor y a los sueños, que acompañan sus imaginaciones

Se hiere el alma, con la decepción, con la ilusión, que embarga las alegres emociones

Con la soberbia, con la ira, con la rabia, desterrando las innumerables pasiones

Se hiere el alma, con la indiferencia, ignorándolo en el compartir de las reuniones

Es el peor pecado del ser humano, que lleva a la negligencia, arropándolo en sus preocupaciones

 

El alma es abstracta e inmortal del cuerpo humano y de la vida hermosa

Siente, piensa y se acongoja con sus sangrantes heridas, de angustias silenciosas

El alma es valiente y enfrenta los dolores, que la acorralan en forma cruel y peligrosa

Necesita espacio y lugar para pensar en su intimidad maravillosa

Las heridas del alma, se curan y se sanan con el amor de la familia, orgullosa y amorosa

Con la amistad leal y sincera, de saludos y cariños asombrosas

Hay que enfrentar el dolor del alma, que hace parte de la vida dichosa y valerosa

Las heridas del alma, dejan enseñanzas en su andar y de su camino respetuosa

El alma se alegra, cuando el cuerpo sonríe, con felicidades vigorosas

Las caídas del cuerpo, hacen ver valiente el alma, de sus fuerzas internas milagrosas

Las heridas del alma, las cura el tiempo, que pasa en forma presurosa

Dejando cicatrices difíciles de olvidar, que se convierten en penas de angustias llorosas y dolorosas

Las heridas del alma, recuerdan que somos humanos de la vida bella y esplendorosa

Perdonar las ofensas, las envidias, los egos, las vanidades, soberbias y rencores, que hacen ver del alma majestuosa, el amor de Dios, la bendición Todopoderosa.

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 09-2022