Francisco GutiƩrrez

El dios celular

 

Ya no hay tiempo para Dios,

pero hay para navegar;

no hay tiempo para los dos,

pero hay tiempo para chatear.

 

No hay para comprar Biblia,

pero hay para un celular,

hay dinero para recargas,

pero no hay para ofrendar.

 

Niñas engañadas y muertas,

matrimonios deshonrados;

unos reciben indirectas

que otros ponen de estados.

 

Ahí se enyavó en Free fire,

un joven por largo rato

y le juró a sus amigos:

Si pierdo el juego me mato.

 

Se sentaron a la mesa

cada quien con su aparato,

este no levanta cabeza,

al otro se le enfrió el plato.

 

Y vi cuando un peatón,

descuidaba su camino,

a este lo mató un camión,

otro perdió su destino.

 

Ahí se encontraron en clases

alumnos y profesores;

otros perdieron dinero

creyendo a estafadores.

 

Miles crearon fortuna

con sus miles seguidores,

el que no llegó a la luna,

voló en sus alrededores.

 

Podemos dormir sin cenar,

cruzar un desierto con sed,

pero no sin celular

full de carga e internet.

 

El de la tienda no vende

por navegar por el mundo,

pero quiere se le recomiende,

y pago de cada segundo.

 

Los niños actualizados

ya no juegan la rayuela;

quieren estar conectados,

no quieren saber de escuela.

 

Somos esclavos virtuales

adorando celulares.

¡No descuidemos a Dios,

ni amigos, ni familiares!.