El amor como todo, tiene tiempo y medida,
equitativo a veces y alguna vez dispar,
engendra en su llegada su propia despedida
porque puede marcharse, pero cuando se anida
en el fondo del alma ¡No se puede marchar!
Es sin poder dudarlo la raíz de la vida,
aparece y se esfuma como espuma de mar,
como la blanca espuma que una vez extendida,
se diluye en la arena, pero cuando se anida
en el fondo del alma ¡No se puede esfumar!
Puede tener la calma de la meta cumplida,
o el incendio tardío del sol crepuscular,
y es que el amor es flama que una vez encendida,
se apaga en el estío, pero cuando se anida
en el fondo del alma ¡No se puede apagar!
Su razón permanece siempre desconocida,
el cantor y el poeta la han querido explicar,
pero es tan misteriosa que una vez conseguida,
se descompone y cambia, pero cuando se anida
en el fondo del alma ¡Ya no puede cambiar!
El amor como todo también deja su herida,
que otro amor aunque alivia no consigue cerrar
y permanece abierta ya por toda la vida,
porque sólo el primero que en el alma se anida
aunque luego se marche ¡No se puede olvidar!
ANTIGONI