Pensé que el tiempo jugaría
y el destino lloraría,
por sentimientos sin razón
que vagamente causan traición;
pero soñe tan inefablemente
que mi corazón desperto,
aquel amor que una vez
el mar hundió y de pronto
todo se escondiendo
entre la noche y el día,
donde nada queda
solo una vil primavera
que se pregunta mi amor
sigue vivo.
¿ Por qué? si el otoño quemo
lo que una vez mi corazón sintió...