Cuando sobreviene el sueño,
en el momento exacto que los relojes suenan;
y las voces internas te declaran la culpa
de saberte perdida.
Cuando a nada te atreves porque estas sin medida.Ytus nervios afloran por decirte que quieres lo que siempre te achica.
Cuando estás cabizbaja
y perdida en tu cuarto,
cuando nacen lloviznas
de esos ¡no! por tus párpados.
Se te rompe en pedazos
el cristal de tu fe
y el amor te da espanto.
Y una nieve de angustia se deshace en las ramas de tu invierno, llorando.