Cuanto disfruto de esos días
Que me obsequias con tus lindas flores
Las recibo de tus manos con honores
Colmando mi alma de alegría
Yo por mi parte muestro mi aprecio
Haciéndote ensaladilla rusa
Ya que de los fogones soy tu musa
Y no hallo argumento más recio
Desconociendo el bien que me haces
Siembras en mí la hermosa simiente
Que crece feliz con brotes vivaces
Siempre te estaré agradecida
Por esos días de vino y rosas
No eternamente, si de por vida