Todo empezó con un beso tan suave
como el roce de un pétalo en sus labios
Su piel se encendió con subyugante rubor
La delgada línea entre romance y pasión
en un paso de danza la cruzamos
Sobre el cuerpo a la caricia indagando no
le bastaba lo superficial, fue más allá al
interior de la carne abierta a la voracidad
del presagiado deseo develado en la casta
mirada
Era una gacela en la garras del tigre y en
su vientre crecía agitada la gozosa lluvia
a favor de la vigorosa penetración en su
pequeña hendidura dispuesta a entregar al
amante sus primigenios favores
#PoetaUrbano