Te pregunto, vida mía,
si aún te acuerdas de mí,
nunca me olvidé de ti
ni jamás te olvidaría;
eres mi íntima alegría,
mi secreto frenesí,
porque a tu lado viví
siempre entre paz y armonía;
hoy te encuentro en mi locura
como eterna inspiración,
eres fuente de ternura;
en ara del corazón
esta devoción perdura:
dulce diosa del amor...