Alfredo Saez

-Creí en el Viento fiel-

Brumas del Hum.

 

Creí en el arremolinado viento…

el que tremola tiesas las banderas…

la paciencia de olas a barlovento

y en la fertilidad de las praderas.

 

¿Y por qué no en aquellos besos rojos?

cálidos como  lava de un volcán,

 rítmico parpadeo de sus ojos

que huyen legañosos del carcamán.

 

Creí en el  veterano timonel

iras  de tan procelosas tormentas,

  venenosa sierpe del cascabel

 luz nocturnal que emanan osamentas.

 

Creyente ¿me transformé en un agnóstico?

 pizpireta,  coqueta en la ciudad,

y al gris  escepticismo del pronóstico

¡ adiós vanidad,  mi felicidad!