Si se me escapa esta pregunta una vez
perdona que haya sido tan tarde;
es que siempre creí en la ilusión de un tal vez,
que supieras por casualidad lo que en mí arde.
Si te incomodo con esta pregunta sólo por hoy,
si no logras comprenderla porque soy torpe al expresarme
y tu gesto demuestra tu fastidio al escucharme,
no te preocupes, sólo será por hoy.
Respóndeme por favor, ¿por qué?
¿Por qué sueño contigo cada noche y cada día
si sé que eso me sume en la melancolía
de pensar en un amor que no podré tener?
¿Por qué me clavo en tu mirada absorto
creyendo que algún día tus ojos se fijaran en mí,
y aun cuando ya no te veo sigo pensando en ti
como si hubieses prometido que vas a venir pronto?
¿Por qué sigo idealizando una vida feliz contigo
sin saber en realidad si es así que está escrito
en el gran libro de las ilusiones
donde los poetas han plasmado sus anhelos y pasiones?
Mucho tiempo logré evadir esta pregunta
intentando extinguirla de mi mente.
A veces encontraba alguna forma…
y encontré miles para no pensarte.
Inútil, todo era inútil,
porque más tarde o más temprano volvía a mirarte,
y mi esfuerzo, ¡ah!, mi esfuerzo era fútil
porque siempre volvía a quererte.
Pero todo era en secreto, en silencio,
donde mi corazón pudiese gritar y sólo ser oído por mí,
donde yo pudiese llorar que no te tengo
y nadie supiese que es por ti.
¿Por qué paso cada instante pensando
la forma y las palabras para decirte que te amo
pero cuando estamos frente a frente, cara a cara
tus ojos me congelan y no puedo decir ni una palabra?
¿Por qué sigo soñando con la ilusión de un sí
que sólo vive en mi mente como un deseo
si tú y yo somos distante como la Tierra y el Cielo
y lo único que nos une es un horizonte lejano?
Yo, seguiré soñando con fundirnos en un beso y un abrazo.
Tú, ignorarás mis sueños sin saberlo, o tal vez porque lo sabes.
Yo, sabré siempre que sólo porque eres tú, te amo
sin más preguntas, sin más respuestas, sin un por qué.