La debilidad del hombre
ante el deseo carnal,
lo torna esclavo al gozar
y como animal responde;
y para evitar los roces,
la responsabilidad,
asesina a quien le da
satisfacción a sus goces;
una carga al inconsciente
de esa fiera que es feliz
cuando en grupo se divierte
en un falso convivir;
un celoso que insolente
asesina en forma vil...