jorge enrique mantilla

Las culebras, temor y miedo

Las culebras, temor y miedo

 

Una mañana de sol, de aires suaves y frescos primaverales

Caminaba distraído, contemplando las aves en sus habitas naturales

Me aparté del sendero de los caminos reales, que dejan huella de marcas habituales

Sin darme cuenta, pisé una enorme culebra, cerca del jardín de los rosales

Clavó sus colmillos en mi pierna derecha, con dolores atroces infernales

La culebra se enrolló del pie hasta la rodilla, en un sinfín de espirales

Levanté la pierna y voló hacía mi cara, con saltos acrobáticos descomunales

El dolor era insoportable, la perseguí, perdiéndose entre los matorrales

La herida sangraba, dejando la huella de la herida, en los andenes y portales

Me acordé de Dios, pidiéndole ayuda con mis rezos de credos personales

Empecé a sudar a borbotones y el corazón se aceleraba como cuando una piedra, rompe los cristales

Apresuradamente me dirigí, asustado y temeroso, al más cercano de los hospitales

Se me vino a la mente las leyendas y mitos de las culebras, que no todas son venenosas, ni mortales

Tradiciones míticas y de la antigüedad religiosas, que infunden miedos atroces fantasmales

Creencias, que la culebra es el símbolo de la muerte y de otros fantasmagóricos rituales

Otros dicen que es el genio del mal y de las oscuras tinieblas medievales

Y los del más allá, que es un animal maligno, astuto y traidor de aspecto feroz y de terrores descomunales

También dicen que es el mismísimo demonio de lucifer y enemiga de los seres terrenales

Los más positivos, que es el símbolo de la ciencia y la medicina, aliados por el bien de la vida, seres incondicionales

Para los antiguos, eran dioses de la fertilidad y fecundidad de la mujer, de creencias ancestrales

Símbolo de las cosechas abundantes de la tierra y caza, ahuyentando enfermedades y angustias personales

En el antiguo Egipto, la serpiente cobra, era la señora del cielo y de las pirámides universales

Símbolo del ardiente sol y de la llama del fuego, con fuerzas y emociones sentimentales

La culebra real, diosa predilecta del Faraón, con sus silbidos, que retumbaban en ecos musicales

 

En la naturaleza verde o árida, abundan las serpientes rastreras, de aguas o voladoras silenciosas

Apreciándolas de cerca, en su vestimenta abundan de colores brillantes y de tonalidades hermosas

Las serpientes son culebras de temperamento calmado y la mayoría no son venenosas

Serpientes, víboras, cobras, mapaná y cascabel, de mordidas mortales espantosas

Su piel está cubierta de escamas para aferrarse a la superficie de la naturaleza maravillosa

Rara vez atacan a menos que se vean amenazadas, poniéndose nerviosas y temblorosas

Sus cánticos son silbidos, que salen de la glotis, cuando respiran temerosas y ansiosas

Sus colmillos son huecos, por donde inyectan el veneno, con heridas sangrantes dolorosas

No mastican, tragan entero animales más grandes con su boca, que se triplica en forma asombrosa

Nos han inculcado, temor, repudio, pánico y terror, con pavores y miedos angustiosos

Hay que tratarlas con respeto, que vivan en su entorno, con distancia y cautela cuidadosa.

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 12-2022