Abre la puerta
y deja que el silencio
salga de casa.
Que entre la risa,
la luz de la mañana
y la alegría.
Que vuelva el canto
del mirlo, y el jilguero
con los gorriones.
Que salga el miedo
que existe en los rincones
tan escondido.
Que las banderas
palpiten en las almas
descontroladas.
Que las miradas
insistan en la búsqueda
de las estrellas.
Que nuestros sueños
se crucen en las noches
con los cometas.
Que en los relojes
se apaguen y se paren
los segunderos.
Abre la puerta,
te pido y solicito,
quedemos solos.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/22