Me fui perdiendo en tus ojos
Mientras tú voz me calmaba
Tus brazos eran cobija
Piel aterciopelada
De matices de atardeceres
El agua de tu ser me sacia
Atardeceres de calma
Anochecer de un reencuentro
Donde todo se funde
Llegando el alba
Las olas de tu cuerpo se aguitan
Mientras la calma llega
Con besos y caricias
Mi ser se torna quieto
Mirando el horizonte donde todo comienza