Antonio Martín

A la mazmorra (soneto)

 

Silencio al dormitar, ya nada siento, 
por los años que llevo tan aislado;
soñar es imposible y hasta odiado, 
purgar la pena es todo mi tormento. 

 

 

Amarga es la condena de este hambriento, 
que arrastra las cadenas humillado;
la luz del sol vería con agrado, 
que tanta oscuridad es mi lamento. 

 

 

Barrotes y cerrojos no quisiera, 
pues largos son los días en mi lecho, 
salir de la mazmorra ya debiera. 

 

 

Mi cuerpo dolorido y tan maltrecho, 
de todo se arrepiente en esta espera, 
la muerte es mi sentencia... Lo sospecho.