Me alejaré.
Aunque no lo creas, llegará el día en que mirarás atrás y no estaré.
Si, ya no estaré por ahí, ya no voy a esperar y te vas a preguntar que ha pasado conmigo.
Mirarás a todos lados y te darás cuenta que me fui.
Te preguntarás qué pasó, y no habrá respuestas. Buscarás mis ojos, si, esos ojos que siempre te esperaban, que te buscaban y te deseaban. Esos ojos que de todas formas, querían llamar tu atención; aquellos que brillaban cada vez que te miraban.
Llegará el día en el que me habré cansando de mendigar amor, estaré harto de esperar las migajas que caen al suelo de tu amor, ya no me conformaré y por eso me iré.
No más sobras, me habré cansado de regalarte mi tiempo y que tú solo me lo hayas quitado
Estaré cansado de esperar, de buscar tu mano y no encontrarla. Ya no querré estar dando mi amor sin condición, me habré cansado de que seas todo y yo sea nada... Me habré cansado de esperar.
Me iré en silencio, sin hacer ruido y para siempre.
¡Qué ironía! me habré cansado de cansarme. Para entonces ya será tarde, cuando por fin entiendas que ya no estoy
No haré ruido, me iré en silencio y sin voltear atrás
Quizá al principio no vas a notar nada. Pensarás que no has perdido nada. Sin embargo el tiempo irá pasando y me recordarás todos los días.
Te parecerá extraño no escuchar mi voz, esa que tantas veces te buscó. Mirarás tu teléfono y extrañarás no ver mi nombre, ni leer los mensajes que te escribía.
No estará más mi mano para levantarte cada vez que caías Ya no estarán mis risas ni mis prisas. Ya no estarán más mis ganas. Talvez después de un tiempo me buscarás en otros rostros, en otras conversaciones, en otras risas, y no me encontrarás, preguntarás a unos y a otros a donde me he ido y no habrá respuestas.
Se te hará raro que pasen los días, las semanas y los meses y ya no esté.
Me habré ido en silencio para no volver.