No dejo de admirar,
a esa maquina infernal,
cada vez que la miro
me asombro igual.
El aire es su elemento,
las nubes su colchón,
el firmamento
diviso desde su interior.
Ahí permaneceré,
en el sueño,
y en el amanecer.
Volare por el mar,
en horas infinitas,
donde creare imágenes
de placer.
Perteneceré,
a ese mundo.
Lo inventaré.