*No dejes de soñar*
Y arrastrado los pies
a la orilla del mar
frente al ocaso, me dejé llevar,
con esa mirada larga
queriendo captar, esa belleza
que no tiene igual,
enorme calma, que sumada
a los pensamientos,
me hicieron llegar recuerdos
difíciles de olvidar,
allí estaban sus bellos colores
como si fueran un cuadro,
que algún pintor dejó olvidado entre la bruma
con olor a yodo y sal,
a veces las cosas más sencillas
crean paisajes únicos,
y las horas se vuelven yertas
sin quererlas avivar,
hoy mi mente vislumbró este poema
con mis ojos puestos en esa mirilla
de la imaginación,
haciéndome tan feliz y poderlo plasmar
sintiendo la brisa en la cara,
¡Que me decía, no dejes de soñar!
Elena ©