Vagué por las sombras y el borde de cornisas
En busca de las sobras de tu afecto.
Me perdí intentando hallar el desperfecto
Que estuvo siempre postrado en la repisa.
Resolví andar, aún en contra de la brisa
Mas mis pasos, apurados, fueron lentos.
Cuando quise recobrar en ti mi aliento
No encontré sino polvo, cal y tiza.
Cuando busques, hallarás solo los restos
De este amor que era tuyo y yace extinto,
Por resultar cancerígeno como asbesto.
Destrabé los candados, crucé el laberinto
Me liberé de tu sentir hipócrita y funesto
Y brindo hoy, a tu mala salud, con vinotinto.