Ben-.

Discurso invasor-.

Ya huyendo bajo el lodo

reptil de líneas emergentes

brillo o destello de inmensas fauces

donde el sol renueva sus votos

entre ascos y deliberaciones frecuentes.

Invasor ruido pletórico

implementando un beso utópico

cada uno de tus lugares asesinados

por la historia, ruin mecenas, cabellos

largos y asediados. Este sol que aplasta

los plexos, el tórax resuelve su planetario

incisivo, dientes de angustia, que avecinan

presagios intolerables. Oh mesías de las huellas

entrecanas, cómo discurrir contigo, si has entrado

en letargo, y tu discurso aspira nieves y cuerpos

de niños abrasados vilmente. Escupe pues,

los desiertos, que mis hombros estarán esperándote.

©