Simplemente te lleve rosas de mi
pequeño jardín y tú como eres tan
orgullosa ni la quisiste recibir, que
pena me causo esa tarde gris esperaba,
que te causará alegría pero tú con tu
arrogancia tuve que regresar a casa;
hoy que no eres la mujer hermosa
y no se quién te bajó los humos
quién te llevará rosas no se quién,
porque ni siquiera te miran aver
por tú arrogancia que llevás en tí.