Hazlo vulgar
rómpete los sesos
en este manantial de ofertas
donde el espliego calla
su secreto proferido por
aliagas y centellas. Hazlo
callar. Que el ruido de las esferas
deslumbrantes, deslice su dedo
sobre el cuerpo singularizado,
en los efebos promontorios,
la nube, esa nebulosa de dioses
amontonados sin remisión.
Hazlo, hazlo vulgar, más.
Que rompan los cristales de los labios,
sacudan los vientos las ígneas fuerzas
de cuerpo para arriba, los senos desnudos,
el despojo estéril de la vida, su asesina
palabra -ofrenda. Y que callen su ira.
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