En un ataúd yace mi rosa
esperando ver la primavera,
se siente ruin y así llorosa
marchita junto a una calavera.
Mejor así, que lento muera
pues amar resulta poca cosa,
lo saben la santa y la ramera
después de una orgía mentirosa.
De la vida lo triste, lo vacío,
respiro que al dolor agravia
y hace de mí: fuente de hastío.
Morir es la cosa más sabia
a la que aspira mi corazón frío,
como vine me voy: lleno de rabia.