Hay días en que me descuelgo
de los besos,
fumo tres atardeceres
para conocerme,
deletreo las cicatrices
y me escurro.
Miro al cielo
y no es lo que quiero,
juego con el viento
y sus abrazos,
me despido de una luna
hecha pedazos
que nadie tiene ganas
de entender.
Me revuelco panza arriba
en el recuerdo
para ver si me suda
el fuego lento
de una mañana más sin na' que hacer.
Luego le dibujo rayas
al espacio
y despacio voy formando los contornos de un traspié,
¡hay días que es tan lindo equivocarse!
Me mudo de planeta
a mis estrellas,
destierro las miradas ajenas
y me tiro de espaldas al vacío
de otro día más.