Pensando, vivo pensando,
por qué dijiste que sí.
Yo no tenía un centavo;
ni un centavo dí por tí.
Simplemente nos fugamos:
sin papeles,
sin dinero,
sin conocernos siquiera;
solo o un beso yo te dí.
Solo un beso.
Solo uno...
Y un rayo cayó de pronto.
y te aferrastes a mí...
Y otro, y otro, otro rayo...
Y te colgastes de mi cuello...
Y otro, y otro, otro beso...
Y te cargué en mis brazos...
Y la lluvia mojó nuestros cuerpos.
Y los cuerpos mojaron las sábanas...
Y las sábanas quedaron allí:
yo sin saber ni tu nombre;
tú sin saber lo que fui...
Desde entonces, han pasado siglos.
Algún día supe tu nombre,
y tú supiste de mí...
Y paso el tiempo,
y pasaron los años,
y tú aferrada a mi cuello,
como aquel día de abril,
que no importaron los rayos,
ni la lluvia,
ni las sábanas,
ni los nombres,
ni lo que fui.
Por eso...
y por dejar tu mundo fantástico
sin olvidarte de mi,
pensando, vivo pensando,
por qué dijiste que sí.
Frank Calle (18/ junio/ 2022)