Luna tropical
invisible altura de siete aguas,
vasto continente de insomnio
que clava su piel de manzana robada
con la destreza hipnótica del pitido,
nave nodriza de los espejos sonados,
nacidos bajo el signo de escorpio
al bendecir con mercurio
la plata baldía de los Celestes.
Fumadora de noches brumosas,
mondadura de silencios,
verdadero Everest de la tierra,
fiel a su celibato
de lenguaraz Sirena
y anillo de pompas,
yace duna
como clepsidras de arena nueva
y vacíos inexpugnables.