Raiza N. Jiménez E.

En el Oleaje estás.-

Cuando te cruzas por mis recuerdos,

pienso en todo lo que, imagino de ti.

Es que Nunca te he visto en presencia,

Te he imaginado en ausencia y te sé.

-*-

Conozco lo desconocido de tu alma.

Diré, sin dudas, que yo te he creado.

¡Eres sueño que se pasea tímido en mi¡

No podría, de ti reírme, sin preguntar:

¿De dónde has venido y, tú quién eres?

-*-

   Tengo mi respuesta y me pongo a pensar,

una y otra vez, que tal ilusión, es tan real.

Te he visto aquí tantas y tantas veces,

en mis excéntricos y febriles pensares.

-*-

Hoy me cuesta precisar qué, tú eres, un tú.

Vas de un lugar a otro y en cada hora

y veo o quizás imagino, tu visaje claro.

-*-

¡No caminas solo, iluminas mi transitar!

Tus risas al trasluz, no se no ven nada falsas

Más aún, si pensará  en trampear a mi razón.

Jamás, he logrado consolidar las mentiras.

Ellas emigran de mi cómo huyen los santos,

 del fuego inicuo y de una maldad ignota.

-*-

¡Tu verbo es sombra que  atesora la verdad,

para preservar el secreto de todo lo valioso!

Reveladoras son las fantasías que me acosan

y se crecen en el alma como fieles diamantes.

-*-

De cierto, he de decir, que te llevo clavado

 en la cruz de mi pecho impío y te se, te se…

Cómo no saberte, sí eres en mí lo que soy.

No te busco en nada, estás en mi todo.

-*-

¡El amor que es infinito se abre fiel a los portales,

es vida y muerte que, morará allí, por añales!