Amelia Suârez Oquendo

MUJER

¿Podemos irnos de compra?

Pregunté a mi compañera

y me respondió sincera:

“hoy debo lavar la ropa”.

 

Bueno, no será enseguida,

podemos hacerlo luego.

“Lo siento, pero no puedo,

aún he hacer la comida”.

 

Entonces será otro día,

la increpé con gran esmero,

y otra vez dijo: “no puedo

tengo que cuidar la niña”.

 

Yo, pensando por rutina

me dije: mi compañera

es una presa cualquiera

de su cotidiana vida.

 

Un temblor movió mi cuerpo,

Y la mente se me nubló,

porque también antes yo

siempre decía “no puedo”.

 

Tenía ante todo primero

que trabajar en la casa,

lavar, planchar, cocinar…

hacer las cosas pedestres;

 

Esas que enyesan la mente

y no te dejan pensar.

El rostro de arrugas llena

de tan poco descansar;

 

El cuerpo como culebra

pierde su figura erecta

sin que exista después cura

para volver a su esencia;

 

Que tanta reminiscencia

matadora de quimeras

de tanto decir no puedo

evita el conocimiento…

 

Aún más, te va oscureciendo

el cielo azul y la luna

hasta que te vas muriendo

sin conocer la fortuna…

 

Aquella que cual ninguna

nos da la libre existencia

si matamos la sentencia

que nos dictan al nacer…

 

Que sólo por ser mujer

¡ah divinidad del cielo!

en las cosas del PODER

solemos decir “No puedo”

 

Amelia Suárez Oquendo

1996