Lustrando el piso de su alma hasta sacarle lo sucio va la vida de la viuda extrañando un camino con su mirada encuentra para mirarse el latido ser juzgadora de vientos que destruyen los destinos salidos de una cárcel donde no baila el siglo es esta viuda una triste que se quedo sin marido sangrando sobre sus labios aquel adiós que no a querido nacia a la derrota en ese fondo del rio tomándose de una copa esa pena que a crecido es esa viuda elejida con el dolor construido haciendo temblar al viento entre paredes de siglo restándole a su pelo la escena de una dulzura quien le hizo aprender el guion de la locura habiendo dejado atrás ya la ternura vivida viajando hasta morir sus caminos cruzan su locura hasta dejarle una sola calle de largos sueños desnuda sin poder recuperar la magia de dos en las oscuras