Decidí dejar a un lado este gran viaje, no te perdí, ni te deje ir solo deje de buscarte, como el gran dragón que le dio la vuelta al mundo y duerme en lo profundo esperando un nuevo comienzo, busco un propósito de volvernos a ver y que el verbo no sea pasajero, que termine en infinitivo es lo que algún día pretendo, que me mires con los ojos de un desconocido y pienses que, en alguna vida, quizás; chocamos al pasar mientras nuestras almas se intentaban besar.
No es un adiós ni un hasta pronto, no hay esperanza de que se aproxime un \"quizá\" o un \"nos volveremos a ver pronto\".
Ya no abran luces que iluminen mi llegar, ni estarás por si algún día decido regresar. Ya no estará aquella estrella fugaz, junto a los cuentos de nunca jamás me iré a soñar, buscaré aquel dragón y tal vez me brinde la verdad. No estaré para cuando decidas regresar. No estarás para cuando tenga la respuesta de aquella tarde o si era verdad de besarnos en el altar. Ya no estarás para mi, quizá a la lejanía te vea partir. Quizá ya no sean sueños lo que nos una.