Hoy en la sequía de mi corazón
Marchitos mis poemas piden vino.
No vino el vino al vinotinto vinilo
Y entre hilos estrellados de clavodagasábles
Inferno...
Danza la agonía de mi corazón
Como inspira la congoja espesa
El ritmo del martirio tinto
Con la fusión de tu espíritu
Y de los humos invisibles el irritado dínamo de cristal.
Es la agria soberana sobria della seriedad,
Sea ésta mi terrible cruci-ficción...
La ilusión que desvanece perdiéndose en lo sombrío de la esquina...
Por mis malavares fatídicos de la tempestad
¡Me cago en el D1!
Mas agradezco aunque el vinilo me falte
Por la inocencia de la franquicia
Y la crueldad de la vírgen pura.
Por las bengalas rojas
Y el sendero luminoso.
Por el poderío oscuro de mis asesinas botas
Y la majestuosidad etérea de mi helena cabellera.
A mi manada de perros sabuesos para el ataque
A mis masivas trampas deliriomusicales...
Por el verdor de la hierba
Y el espesor que nutre la embobada ventisca...
Gracias.
Por ti me destemplo
Y me incorporo pronto a resistir,
La vida es un instante corto y de inconstante eterno mil-sufrir...
Al unísono permanente el llorar y el sonreír,
Pues perseverancia es sufrir y levantarse
Para luego seguir contínuo hasta los confines fraternos de lo sinfín.