Quiero morir de pena
dejar que el viento lleve mi amargura.
Dolor que me condena,
dolor que me tortura,
en esta llaga negra que no cura.
Me quedé en tu mirada.
Cansada y triste quise contenerte
hallarme más calmada,
pero fallo mi suerte,
luchando cuerpo a cuerpo con la muerte.
Mi pluma abandonada
se yergue ante la espesa noche oscura
y escribo desolada
calmando mi locura
¡oh! noche negra , noche que perdura.