A veces pienso que,
nuestros continentes
estallaron y separaron nuestras partes.
Con mi corazón diezmado en pedazos,
en partes que ni siquiera sabía que podían doler,
partes que ni siquiera sabía que tenía en mi corazón
dolor eterno, toda una vida
con la lentitud de los días que pasaron,
siempre con la esperanza de que volvieras
pero sabiendo dentro de mi,
que nunca pasaría.
Ahora me enfrento ante la dicotomía de amor,
el exilio de tu boca, de tu piel, de tu sexo,
el olvido de tu aliento entrando en mi,
y ahora se que vuelvo entre mis pasos
a enamorarme de vos.
Te convertiste en el motor de mi inspiración,
la alegría de saber que te amé, que te pienso,
que te escribo, que me lees y sientes que es para vos,
haces bien, porque tu corazón lleva pedazos de mi,
y yo llevo pedazos de vos, y siento en tu latir
que necesitas ser acariciada en el alma
y que también para tus versos, te inspira.
Te extraño mi querida dama,
mi poeta de amor.
Saber que estás bien, me pone bien.
Toda tribulación sentimental;
es muy cierta, las almas también aman,
tienen sangre caliente,
mucho mas, que éste tibio poeta,
pero te hago eterna en todos mis versos,
todas las pausas y en mi propio corazón,
y en el,
siempre seras amada.