28 POBRE NAVIDAD
Ayer estuve en un barrio
por los “Ranchos” conocido
y no olvido, lo aseguro,
lo mal que se vive allí.
Miré a un niño que escribía
en un trozo de papel cosas
que siempre soñaba
que el último día del año
Santa Claus le iba a traer.
Su madre, una mujer joven,
lo miraba enternecida
con una mirada ausente,
porque su mente guardaba
lo que en su infancia pedía.
“Algo de mejor comida,
una muñeca, un perrito,
y unos lindos zapaticos…
salud para su mamá
que se aquejaba de males.
Trabajo para su padre,
crónico desempleado;
y para sus doce hermanos
lo que quería cada uno.
Pero nunca llegó el día
esperado con desvelo
de que el dejado papel,
en su gastado zapato,
por estar muy ocupado…
lo viera “Papa Noel “.
Amelia Suárez Oquendo
1996