Patricia Aznar Laffont

Desierto

Desierto, derriba

las Negras Cifras de la Luna...

 

La Memoria de tus Médanos Hechizados

se apaga Lentamente en cada Noche...

 

Olas de Vientos Picantes

vuelven a tus Corpúsculos Dorados

en Lluvia de Arena Escandalosa

que lastima la Piel...

 

Desierto en Llamas, que buscás

Casi Vanamente entre tus lomas Áridas

y Cardos Amarillentos,

un Oasis Indiferente y Perdido...

 

Ni siquiera tenés la Tersura

del Cristal Espejado de la Lluvia...

 

Sin embargo, pensá:

sos Espesura y Fuego del Vacío,

vivís en cada Hueco de una Pasión Herida...

 

No conocés la Verde y Húmeda Llanura

y las Montañas y los Ríos 

de Caudales Escandalosos...

 

Esperás, quizás, el Roce Amigo

de un Colorido 

y Sensible Pájaro...

 

Pero, con Fatal Indiscreción, te digo:

(No Podés, No Busques...

No tenés Nada)...

 

 

(Patricia)