Fátima Aranda

REX

Ya está bien por hoy,

y por ayer,

 

mañana y siempre.

 

Dejo varado en este dique

el cetrino viento exaltado

del suroeste.     

           

Claudico

clavo la forja oxidada

en el musgo descompuesto

por la tibieza de esta humedad

fúngica.   

 

Renuncio

huyo con la piel cubierta

por el apremio ciego y errático

de un animal liberado,

libre, desatado,

libre, libre.

 

Salto al vacío hueco,

angosto,

desconocido.

 

Las ratas coronan la palidez flavínica de mi frente regia.