Le escribí al sol
y a la luna,
escribí a la oscuridad
y a las sombras brunas,
al encuentro manso
y a las soledades;
dejé que mi pluma
hablará de ellos.
En letras de imprenta
describí el camino recto,
en cursiva al rugir del mar
y el bramar del viento.
Dediqué mis versos
a la bella azul noche.
Imprimí con rasgos
todos mis pasos.
Le puse música a tu voz
en tus \"buenas tardes, bella\".
Hablé de tu boca,
de tu abrazo inmenso,
de tu temple noble,
de tu ancho pecho.
Conté en cinco estrofas
y hasta en un soneto
cómo nuestros cuerpos
se hacían etéreos.
Y tipeando letras
en papel-pantalla,
en prosas y versos,
nunca te he contado
Que a tu amor me entrego.