Jorge Ivan Echeverri Londoño

Bienvenida la esperanza

A veces solo a veces una nube se sube a mi rostro

A veces solo a veces un rayo de sol me encandila la vista

A veces solo a veces me imagino frente a un acantilado observando el horizonte

Ahora un camino que recorrer, una vida que aun cuando lleva tiempo de iniciada, es un reaprender y reconstruir

Gracias por estar como la sombra, que al apretar mi mano, advirtió a mi humanidad maltrecha que era necesario levantar la mirada para observar el horizonte y saberme, reconocerme he iniciar el recorrido; no temas a temer, que el mío es mayor.

Mi gratitud inmensa ahora no estoy sentado en una roca, me encuentro de pie al lado de un árbol redondo y frondoso, desde el que al subirme a su copa puedo divisar el camino que debemos recorrer.

De la tierra a la luna y de allí a Saturno, Neptuno y Plutón di un saltó a una nueva galaxia me siento como un adolescente caminando en nubes de algodón lleno de fantasías y con un nuevo mundo por descubrir, Bienvenida la esperanza