Llegó el verano,
marchó la primavera
y aquí seguimos.
Mirando al cielo,
buscando mariposas
y golondrinas.
También suspiros,
buscamos del silencio
y de las almas.
Están ocultos,
quizás surgen con miedo,
como los versos.
Pequeñas notas
sensibles de las almas
y de los niños.
Seamos niños,
sigamos en la infancia
y en nuestros sueños.
Porque los sueños
son vuelos, por la vida
con fantasías.
No hay nada malo,
soñar es algo tierno
y yo te invito.
Mis mariposas
serán tus mariposas
en este vuelo.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/06/22