Sombras, llantos, y risas se congelan, resoplando en la noche,
en las suaves texturas de eternidades, reposando insensible
Aparece en el eco, un seco sonido, efímero, inmóvil, y quieto,
levanta el cansado vuelo y, en la quietud del cielo permanece,
entre tiempos pasados, pacientes y, de esperanza invisible;
llorando sus lágrima amargas, en el confín del abismo infinito,
escurriéndose entre los brazos de las oscuras sombras de noche,
serpentean, entre los árbóles, al compás de la música del viento,
observa el correr del tiempo, el espíritu entre las sombras de noche